miércoles, 25 de noviembre de 2009

como empezó







Querido Joaquín:

Hace un par de semanas con mucha prisa bajé a mi hija al colegio en el coche, porque ese día tenía juicio fuera y debía de llevarme el coche conmigo.
Lo normal es que bajemos andando porque vivimos a menos de cinco minutos del colegio y mi despacho, està cerca de ambos lugares.
La policia local se coloca hacia las nueve menos diez para regular la entrada al colegio y dar paso preferente a los peatones sobre los coches.
Lo que pasa ahora, es que desde antes del verano el ayuntamiento ha colocado unas "hermosas" vallas sobre la acera, que impiden que los coches puedan colocarse sobre la acera para aparcar y poder dejar a los niños. Eso es bueno, dirás, así escrito sin conocer el colegio en cuestión, lo cierto es que en San Lucas y Maria.

Las nuevas vallas impiden que podamos dejar los vehiculos, sin estobar la circulación o el paso de los peatones y de los padres y los niños, pero lo cierto es que debemos dejar los coches en la calzada y los agentes aun cuando conocen de las dificultades para dejar el coche,no te facilitan la posibilidad, siendo esta circunstancia que solo se da durante unos diez o quince minutos.

Bueno ese día llegué a la crítica hora a dejar a mi hija -por culpa del ayuntamiento y sus licencias de obras, ya te contaré- y dejé en la calzada mi vehiculo, porque los pocos espacios que había, estaban ocupados por otros vehiculos, de quienes tambien dejaban a sus hijos en el colegio, sin contar con que además el vehiculo de la policía local estaba en medio impidiendo el paso a una calle, y el autobús en la calzada tambien.
Pero el policía, cuando vió donde lo dejaba, se enfadó conmigo y me multó, me dijo:
-Señora no puede dejar el coche allí.
-Pues díagame donde lo dejo- le respondí-
-No es mi problema-afirmó sin mirarme.

Me resutló totalmente frustrate intentar hablar con el policía para explicarle que tenía que dejar a mi hija en el colegio que llegábamos tarde, y que a penas iba a tadr unos segundo, que todos los sitios para dejar el coche estaban ocupados, y que además su propio coche era quien provocaba parte del problema.
¿Por què no eran un poco comprensivo?

Como a el no le importaron mis problemas o explicaciones a mi me dio igual y dejé el coche, diciéndole:
-Ahora sí que es su problema.
Dejé a mi hija con tranquilidad, y cuando llegué me estaban poniendo un multa:

Me enfadé muchísimo por la injusticia, y me puse a despotricar:

- Hay que joderse, esto es cojonudo, empezamos el día que te cagas- y otras lindezas me salieron por la boca.
El policia me miró y me dijo -
-¿Cual es su problema, señora?,¿ a quien le dice eso?-
- Y a usted que le importa, le contesté.

Pero pensé, tú eres mi problema y la creciente sensación que tengo de restricción en mis movimientos con este nuevo ayuntamiento, la intolerancia de unos agentes que no trabajan por el ciudadano y sino en contra de él, y la conciencia que nos están generando de que si te sales del tiesto y no actuas conforme la regla eres un delicuente-
Pues tengo la multa y no la he recurrido, y te aseguro que no la voy a pagar, y me da igual, además le hice fotos a su coche para que vieras donde estaba aparcado, tambien sale mi abuelo, te paso las fotos para que veas lo que te digo.

Ahora con el movíl saco fotos de todo lo que me molesta y he empezado a grabar lo que me rodea para que veas, y a escribirlo aquí, por si a alguien le pasa lo mismo que a mi.-

La sensación es cada vez más creciente, tú no la sientes.

Mañana te cuento más, lo que le pasó a un pobre conductor que paró para sacar comprar hamburguesas.