jueves, 26 de noviembre de 2009



Querido Joaquín:

Hoy me he dado cuenta de una cosa, que voy por la calle como una de las miles turistas que nos invaden directas del oriente, pero sin los ojos rasgados, es decir haciendo a fotos a todo lo que encuentro y que antes miraba con disgusto e indiferencia, para que veas lo que yo.
Te prometí que te contaría lo que le pasó a un pobre padre que se le ocurrió subir al casco a comprar unas hamburguesas para sus hijos, en el coche.

Ese día mi hija se había comportado estupendamente y despues de visitar la paupérrima feria libro y comprar tres infames cuentos por dos euros, fuimos al Happy Meal, como ella lo llama (MacDonals) a comprar uno. Delante de mi un señor compró varios de éstos y a penas tardaron en servirlos, pues ese día, sorprendentemente había muy poca gente en el restaurante. Pasamos los dos juntos y el que pidió más y salio primero.

Lo cierto es que cuando subíamos a casa, adivina, había un "simpático" agente de movilidad multando al pobre padre, porque como hacíamos antes de las prohibiciones, había dejado aparcado frente a la tienda de Casado, donde antes paraban los autobuses y ahora ya no. El pobre hombre pedía que no le multaran porque había dejado aparcado el coche con las luces de emergencia, unos minutos, pero inflexiblemente el agente le dijo que lo hubiera dejado en otro sitio y de nuevo que no era su problema.

-Qué injusto-, pensé, -dónde lo iba a aparcar si ahora nos ha suprimido todos los aparcamientos de la zona, si han puesto pivotes que nos impiden buscar sitios libre y solo necesitaba dejar el coche unos minutos.

Pensándolo bien, ya entiendo porque ahora que vivís fuera a penas podéis venir a vernos, y eso que nosotros tenemos suerte por vivir cerca del parking, y para que podais dejar el coche en él, pero me pregunto, por qué tienes que pagar para venir a vernos; la primera vez lo haces, pero la segunda o la tercera te lo piensas, y no solo porque no existe zona libre, sino porque además han procedido a suprimir y cambiar con pivotes todo lo que antes era zona de aparcamiento.

Todo restringido, todo prohibido, y para mas "inri", están cambiando las señales de prohibición por otras nuevas, para recalcar la nueva politica de restricción de derechos, que está poniendo en práctica el ayuntamiento.

Si vives por el Alcazar no pienses en ir al San Juan de los Reyes, porque entre señales, ORA, agentes, turistas y PIVOTES, no vas a llegar, o mejor si quieres ir, ve por el Polígono como ruta más corta, porque no digo que no puedas ir andando, pero si te pasa como a mi, que un jueves de cada mes llevas a tus dos abuelos al centro de salud, porque la insuficiencia cardiaca de tu abuela, y la artrosis de tu abuelo, no les permite ir andando desde su casa al final del pozo amargo, y tienes que ir en coche, porque el autobus no les deja a una distancia lo suficientemente cercana para que mi abuela pudiera ir andando, verías que la intención de peatonalizar el caso es, además de absurda, una perdición para mi y para mucha gente.

¿Quien quiere venir a casa con tres niños pequeños, teniendo que dejar el coche en un aparcamiento disuasorio en la ribera del río?.

¿Por qué cambian las cosas y porque nos cambian las cosas, los que vienen de fuera, para los que vienen de fuera y no se quedan?.

Me gustaria que vivierais a casa sin pensar dónde dejar el coche y que no tuviérais que empujar la sillita por las empinadas cuestas, porque habeis aparcado muy lejos.

Bueno amigo, este fin de semana nos daremos un toque para ir a tu casa.

Te dejo las fotos que saqué de las nuevas señales, y además te consultaré una extraña cosa que he visto esta mañana- ¿Por qué tiran agua limpia por la alacantarilla desde la catedral, litros y litros y litros, durante horas y horas, y días y días?.

Un saludo






miércoles, 25 de noviembre de 2009

como empezó







Querido Joaquín:

Hace un par de semanas con mucha prisa bajé a mi hija al colegio en el coche, porque ese día tenía juicio fuera y debía de llevarme el coche conmigo.
Lo normal es que bajemos andando porque vivimos a menos de cinco minutos del colegio y mi despacho, està cerca de ambos lugares.
La policia local se coloca hacia las nueve menos diez para regular la entrada al colegio y dar paso preferente a los peatones sobre los coches.
Lo que pasa ahora, es que desde antes del verano el ayuntamiento ha colocado unas "hermosas" vallas sobre la acera, que impiden que los coches puedan colocarse sobre la acera para aparcar y poder dejar a los niños. Eso es bueno, dirás, así escrito sin conocer el colegio en cuestión, lo cierto es que en San Lucas y Maria.

Las nuevas vallas impiden que podamos dejar los vehiculos, sin estobar la circulación o el paso de los peatones y de los padres y los niños, pero lo cierto es que debemos dejar los coches en la calzada y los agentes aun cuando conocen de las dificultades para dejar el coche,no te facilitan la posibilidad, siendo esta circunstancia que solo se da durante unos diez o quince minutos.

Bueno ese día llegué a la crítica hora a dejar a mi hija -por culpa del ayuntamiento y sus licencias de obras, ya te contaré- y dejé en la calzada mi vehiculo, porque los pocos espacios que había, estaban ocupados por otros vehiculos, de quienes tambien dejaban a sus hijos en el colegio, sin contar con que además el vehiculo de la policía local estaba en medio impidiendo el paso a una calle, y el autobús en la calzada tambien.
Pero el policía, cuando vió donde lo dejaba, se enfadó conmigo y me multó, me dijo:
-Señora no puede dejar el coche allí.
-Pues díagame donde lo dejo- le respondí-
-No es mi problema-afirmó sin mirarme.

Me resutló totalmente frustrate intentar hablar con el policía para explicarle que tenía que dejar a mi hija en el colegio que llegábamos tarde, y que a penas iba a tadr unos segundo, que todos los sitios para dejar el coche estaban ocupados, y que además su propio coche era quien provocaba parte del problema.
¿Por què no eran un poco comprensivo?

Como a el no le importaron mis problemas o explicaciones a mi me dio igual y dejé el coche, diciéndole:
-Ahora sí que es su problema.
Dejé a mi hija con tranquilidad, y cuando llegué me estaban poniendo un multa:

Me enfadé muchísimo por la injusticia, y me puse a despotricar:

- Hay que joderse, esto es cojonudo, empezamos el día que te cagas- y otras lindezas me salieron por la boca.
El policia me miró y me dijo -
-¿Cual es su problema, señora?,¿ a quien le dice eso?-
- Y a usted que le importa, le contesté.

Pero pensé, tú eres mi problema y la creciente sensación que tengo de restricción en mis movimientos con este nuevo ayuntamiento, la intolerancia de unos agentes que no trabajan por el ciudadano y sino en contra de él, y la conciencia que nos están generando de que si te sales del tiesto y no actuas conforme la regla eres un delicuente-
Pues tengo la multa y no la he recurrido, y te aseguro que no la voy a pagar, y me da igual, además le hice fotos a su coche para que vieras donde estaba aparcado, tambien sale mi abuelo, te paso las fotos para que veas lo que te digo.

Ahora con el movíl saco fotos de todo lo que me molesta y he empezado a grabar lo que me rodea para que veas, y a escribirlo aquí, por si a alguien le pasa lo mismo que a mi.-

La sensación es cada vez más creciente, tú no la sientes.

Mañana te cuento más, lo que le pasó a un pobre conductor que paró para sacar comprar hamburguesas.